Accidente en carretera

La gran gira de Mikuo tocaba su fin. Por supuesto, regresaba a casa en su camión, cuyo remolque era una especie de habitación creada especialmente por Mikuo.
Un cielo nocturno se divisaba en el cielo... Pero el cantante notó un gran zarandeo, unos ruidos, y luego que todo se volcaba...
Un rato después despertó con dolor de cabeza, el camión parecía haberse volcado... Salió fuera, efectivamente, fue así... Todavía era noche. Miró al cielo, se sentía mareado... Miró que el conductor no estaba... vivo.
Miró a ambos horizontes de la carretera.

-... Mierda.- Murmuró.

Iba sin rumbo por la carretera, maldiciendose por dentro por no parar un poco a despejar la cabeza, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando pudo apreciar el desastre que se habia provocado unos kilometros mas adelante y penso:" vaya... parece que hubo un accidente, voy a acercarme a ver si hay algun superviviente", se dirigio al lugar y paro la moto, inspecciono el lugar, y pudo apreciar, a la puerta de una especie de remolque a un chico de pelo verdaceo, se dirigio hacia el.
- Hey... ¿estás bien chico?- dijó y dándole la mano para que intentara levantarse.

Sin moverse del sitio, comenzó a vislumbrar una luminosidad a los lejos... ¿Era una luz...? Parecía... un vehículo.
No dejaba de mirarlo, y una vez llegó hasta él tuvo que taparse los ojos. Ya no había luz. Y parecía una moto.
Se percató que alguien se bajaba, y una voz femenina resonó en sus oídos... Una linda voz. Aceptó la ayuda que le ofreció.

-Ha-hai, estoy bien...- Dijo mientras miraba a la chica. Se veía linda. Aunque no quitaba que fuera vestida de una forma un tanto extraña.

-Gracias...

Pudo percatarse de que el muchacho la miraba con mucha atención.
- No hay de que... ¿ que ha pasado?, parece que ha sido un golpe bastante rápido...¿tu puedes caminar? - dijo mirando de arriba a abajo al chico.

-S-sí... Estoy bien, no te preocupes...- Se rascó un poco la nuca... Sentía algo extraño proveniente de la chica, y sin querer la miró fijamente a los ojos... Era extraño, nunca había sentido algo igual.

Sintio como el chico la miraba fijamente, y se noto un poco extraña, no sabia que era, pero era un sentimiento un tanto inusual en ella.
- ¿ O-ocurre algo?... bueno... veo que no ha nadie que pueda hacerse cargo de ti por aqui cerca...- le mostro una media sonrisa- ¿ quieres venir conmigo y viajar?.

Prácticamante ignorando sus palabras, embelesado con algo... que realmente no sabía que era, sonrió despacio asintiendo con la cabeza.

-Cla-claro que iré contigo... Gracias.- Aceptó sin dejar de sonreír...

Preciosa. Así le parecía la chica.

Su sonrisa fue reconfortante, estaba tranquila de que no le hubiera pasado nada, se dio la vuelta para que lo siguiera, haciendo sonar su preciado cascabel, dandose cuenta de que tenia desprotegidas sus partes gatunas, temiendo que el muchacho le reprochara por ser diferente a el.

Entonces aquel suave tintineo hizo que mirara algo que no había distinquido antes... La chica era una neko. Sonrió y caminó tras ella.

-¿A dónde iremos? Y por cierto... ¿Tu nombre es?- Preguntó a la chica mientras la seguía sin dejar de mirar su linda cola de pelaje negro.

Noto como le seguia, sin atreverse a voltear la cara, con las orejas echadas hacia atras.
-No tengo un lugar fijo... me gustar recorrer mundo... y... -se paro en seco y lo miro con ojos un poco sombrios, chispeandole y parpadeando su ojo izquierdo en un tono azulado- para los que me conocen me llaman Black Rock Shooter... pero puedes llamarme Black si lo deseas - le esbozo una amplia sonrisa, haciendo resonar, otra vez y mas fuerte, el melodioso sonido de su cascabel, que junto al pendiente que llevaba, hacia un sonido relajante en aquel silencioso lugar.

La escuchaba, lejos... Apenas le estaba prestando atención. Miró hacia atrás, hacia donde estaba el camión volcado... No podía dejar eso así... Aunque sí podía desaparecer misteriosamente un tiempecito... Con Black.
Volvió a mirarla, notó cómo se giraba de nuevo hacia él y la miró con sus ojos celestes. Sonrió también al ver esa linda sonrisa y escuchar el sonido del cascabel.

-Está bien. Black... Permíteme un segundo.- Dijo para sacar su móvil del bolsillo y darse la vuelta. Habló durante unos segundos y se apresuró a volver con la pequeña neko.

-Ya. Ya estoy. Tú dices cuándo nos vamos.

Vio como chico hablo durante escasos segundos por su movil y se volvia girar hacia ella,
-Inmediatamente... - dijo tajante sin borrar la media sonrisa de su expresion- si tienes que coger algo... hazlo ahora, yo te esperare - comento con voz seca.

-No, nada.- Dijo sonriéndole de nuevo... Mientras se perdía en sus ojos, sobre todo en ese ojo que brillaba con un tono azulado... Mikuo sin saberlo estaba siendo hipnotizado por la chica, que lo hacía insconcientemente... ¿Destino?

Se monto en la moto, esperando que el joven despertara de su mente, sacando un casco brillante.
-Vas a montarte? - hizo rugir la moto, mientras esperaba que el mayor, sonriendole desde la lejania.

Corrió hacia ella y agarró el casco, poniéndoselo y subiéndose detrás de la chica.

-Listo.- Dijo sonriendo.

Hizo tronar la moto, y surcar la carretera a bastante velocidad. Tras estar un rato callados, bajo la velocidad de la moto, y miro de reojo al mayor.
-Y bueno... es usted mayor que yo...verdad? - pregunto curiosa- por que no me habla un poco de usted?

Disfrutaba del recorrido nocturno que hacían por la solitaria carretera, a esa velocidad. Luego notó cómo disminuía y escuchó la voz de la chica.

-Bueno... Como ya te dije mi nombre es Mikuo Hatsune, tengo 20 años... Supongo que sí, que soy mayor que tú. Y soy cantante. Compongo canciones. Volvía de una gira en el tráiler cuando algo lo hizo volcar. He llamado a emergencias para que se ocupe del asunto... Creo que me vendrá bien desaparecer del público por un tiempo. Y todo gracias a ti. Lo cierto es que me sentía un poco agobiado.- Explicó mientras miraba al frente.

-Y... No me hables de usted. Me hace sentir superior a ti.

Escucho al mayor, tan atenta a el como a la carretera, acerando un poco mas la moto, que hacia con la fueza de la velocidad y el viento, que sus largas coletas pareciera que se perdian en la oscuridad, haciendo brillante el pendiente que llebaba en una de sus orejas.
- un... siempre he sido muy maniatica a la hora de tratar a las personas... pero si prefiere, me dija que le trate de tu, lo hare sin ningun problema, Mikuo-kun - se volvio para sonreirle amablemente.

Escuchó su voz... Aquella melodiosa voz que se confinaban en palabras que entraban por los oídos de Mikuo.
Sin dejar de disfrutar del viento, le gustaba esa sensación, respondió, resonando hueca su voz debido al casco.

-Hai... Eso está mejor.- Dijo pasando a reír levemente, mientras miraba la dulce sonrisa dibujada en los labios de la tal Black.

Tras seguir otro rato en la moto, penso que el mayor estaria cansado despues de la noche que habia pasado, y recordo, que no muy lejos de alli, tenia un pequeño departamento donde podrian descansar y planificar el dia siguiente, asi que sin previo aviso, dio unos cuantos rodeos, cambiando la direccion. En unos 15 minutos, llegaron al lugar, estaba algo silencioso, pero que seria perfecto para pasar la noche, aparco la moto y se bajo de ella, haciendole un gesto de que Mikuo le siguiera mientras se colocaba el flequillo, apartandolo de la cara. Prefirio no hacer uso de la palabra, hasta que el propio Mikuo rompiera el silencio.

Observó cada una de las direcciones que tomaba... ¿A dónde se suponía que iban? Bah, era igual. A Mikuo no le pasaría nada, y menos con esa chica. Aunque precisamente si era con esa misma chica quería ir a donde fuese. Mikuo suponía que sólo era que Black era alguien interesante... Pero no era ese el vínculo que les unía.
Bajó de la moto al parar la pelinegra, y le devolvió el casco, observando el lugar.

-Gracias... ¿Dónde estamos?- Preguntó mirándola curioso.

Mientras abria la puerta, lo miro de reojo, resaltando en su expresion una media sonrisa.
-Es mi casa... - musito mientras entraba al pasillo de la vivienda- es mejor que descansemos durante un dia o dos, no solo para planificar hacia donde nos dirigiremos, sino tambien para cambiarte esa ropa y que te descanses un poco - le dijo, haciendo un respetuoso gesto de cortesia para que pasara. - no es el mejor sitio del mundo para un cantante, pero espero que te sientas agusto.

Escuchó la explicación de la pequeña y miró hacia el interior... ¿Qué máspodía pedir? Transporte, un lugar para después de un accidente con recursos, y una personita bastante especial y particular... Era perfecto. Entró tras la joven sonriéndole.

-Claro que me sentiré a gusto Black... Muchas gracias. Aún no sé por qué confías tanto en mí, pero te lo agradezco.- Dijo una vez dentro.

Cerro la puerta tras de si, quitandose la gabardina y colgandola, dirigiendose a un sofa y tirandose en el, mirandole con ojos interrogantes.
-Dificil respuesta... podrias tu responderme porque confias tu en mi?, tengo una pinta que doy miedo - musito entre pequeñas risitas - pero, puedo decirte... que no iba a dejar a una persona tirada en medio de un accidente, y pues... no parecio malo confiar un poco y al menos quitarte la imagen del accidente de la cabeza... por cierto quieres tomar algo? comer quizas? - pregunto.

Miró cómo se tiraba e el sofá, sonrojándose muy levemente al verla sin la gabardina, con tan poca ropa... Pero en seguida volvió en sí, escuchando lo que decía... La niña no era tonta.

-En ese caso gracias, y confío en ti... Bueno, más bien confío en mí mismo. Pero no se te ve con malas intenciones... Creo. "Cierto... Ahora que me fijo... Hay algo que me hace seguirla."- Terminó pensando mientras sonreía.

-Y sí, quizás me vendría bien comer algo caliente y beber... Estoy un poco cansado.- Aceptó, acogiendo la amabilidad de la chica.