Encontrando lo inesperado... *privado*

Kasumi caminaba sin muchos ánimos por alguna de las tantas calles concurridas de la ciudad... Hubiera querido pasar a quel día en compañía de su querida hermana, pero parecía ser que ésta y Nagisa ya tenían planes... planes en los cuales ella no estaba incluida.

Suspiró con un dejo de tristeza sin dejar de caminar y observar los escaparates de las tiendas sin demasiado interés...

¿Soy una idiota por sentirme tan deprimida por uan tonteria así? Nagisa y Kyoko son Fighter y Sacrifice... es natural que pasen tiempo juntas... No debería ponerme tan celosa por algo tan tonto... ¡Ah, pero no puedo evitarlo!"

La joven negó con la cabeza intentando borrar esos pensamientos de su mente y miró al cielo...

Si tan sólo Kyoko y yo compartiéramos el mismo nombre...

Kasumi dio un respingo al escuchar aquello... Dio la vuelta y se encontró con un adulto, un adulto que la veía con algo que parecía burla... Notó que se fijaba en sus orejas y las movió un poco, casi como para mostrar que estaba alerta. Retrocedió un poco y habló.

- ¿Disculpe? ¿Se le perdió algo?- dijo mientras pensaba en la manera más rápida de librarse de aquel extraño sujeto.

Su pregunta sonó despectiva, y era justamente lo que me esperaba. Eleve una ceja con altivez y tome el cigarro en mis dedos expulsando el humo como si tuviese el tiempo del mundo en mis manos.

-¿A mí? Si hace mucho, tanto tiempo que ya ni recuerdo lo que busco o si ya lo encontré y no recuerdo para que lo quería-

Recite cerrando los ojos acompañando mi explicación con ademanes. Abrí los ojos y sonreí lupino. Le rodé y acaricia una de las puntas de su oreja. – ¿Por qué la cara?, acaso ¿Este perro te asusta?- Dije con vos grave y enronquecida.

- ¡No te atrevas...!

Kasumi se hizo a un lado bruscamente y empujó a Franco para mantenerla lejos de ella. Todo en aquel sujeto se le hacía no sóloe xtraño, sino sumamente desagradable: odiaba a los adultos, odiabab a los pervertidos, odiaba a los fumadores... Cerró los puños con fuerza y le lanzó una mirada de desprecio.

- Te lo advierto... Aléjate de mí, ahora...

[xDDD ajajajaja, Franco me mata, es genial ajajajaja]

- ¿Lamentarme de mi existencia? Hablas como si tuviera cara de depresiva crónica... - movió un poco su cola y aceleró el paso - No te metas conmigo, idiota; puedo luchar en automático aunque no tenga Sacrifice...

Kasumi intentaba alejar a Franco con un gesto de repulsión, pensando que posiblemente aquel extraño hombre iba detrás de sus orejas...

¿Un pervertido algo loco?

No lo dudaba en lo absoluto

[no me violes, NOOOOOOOOOOO!!! XD]

Kasumi rió un poco al escuchar aquellas palabras.

- ¿Sacrifice? No tienes facha de Sacrifice en lo absoluto... Y me parecería injusto atacar a un sacrificio sin luchador... Aunque tratándose de alguien como tú, lo haría sin lugar a dudas... - luego agregó con seriedad - ¿Tu nombre? Me refiero al verdadero...

- Madless...

Kasumi rió un poco, en verdad era un nombre adecuado para aquel sujeto. Estaba a punto de golpearlo en la "x" imaginaria que el hombre había hecho en su rostro, pero mejor decidió empujarlo un poco y darle la espalda, de alguna manera le había divertido esa acción y decidió seguir con la broma en lugar de seguir a la defensiva.

- Soy Doubtless...- sonrió pícaramente y le lanzó una mirada de superioridad - No había conocido a un sacrifice sin Fighter... Parece ser que no soy la única que sigue sin encontrar a aquel que comparte mi nombre...

- ¿Desdichado? Sí, supongo que un Sacrifice es desdichado al no tener Fighter... En mi caso me siento liberada... No tener que seguir órdenes estúpidas de nadie, hacer lo que te plazca... Es algo que no me gustaría cambiar por ahora...

Kasumi rió y volteó a ver al hombre mientras le quitaba su sombrero y jugaba un poco con él.

- Detesto a los sacrifices caprichosos que creen que sólo existes para complacerlos... Por lo que veo usted no es de ese tipo, Madless....

- Una prisión dentro de todos nosotros...

La jóven le lanzo una mirada profunda al hombre mientras se probaba su sombrero...

- Un perro caprichoso, ¿eh? Sólo hay una persona a quien le acepto caprichos... Además los perros deben seguir las órdenes de sus amos si no desean que alguien los lastime o quieren ser protegidos... Usted debe ser un can muy desinteresado por su bienestar... O tal vez es lo suficientemente independiente como para no requerir de un dueño que vea por usted...

Kasumi dio unas palmaditas en las mejillas de Franco y le sonrió.

- ¿Que opina? A que me veo mucho mejor que usted con este sombrero... ¿Qué tal si me lo llevo?

Sonrió divertida, esperando una respuesta.

Rió ante tal comentario... ¿Sacarle las pulgas? - Jaja, puedes usar un collar antipulgas querido Madless...- le siguió caminando lado a lado y le miró divertida. - Un amo que alcance sus expectativas, ¿eh? Exactamente ¿qué es lo que desea este cachorrito caprichoso? Por que eso es usted: un cachorro arrogante como ningún otro... Uno que su dueño dominará como a ningún otro cuando lo encuentre.- dijo algo burlona, moviendo su cola de un lado a otro con alegria.

Kasumi quedó boquiabierta ante tal acción, ¡Maldito pervertido, las pagaría caro! No corrió trás él, solo hizo un movimiento con su mano mientras recitaba un Spell sencillo, pero efectivo. - ¡¡¡RESTRICCIÓN!!! Al instante una pesada cadena metálica envolvió los pies de Madless haciéndole caer estrepitosamente al suelo. Rió sonoramente y caminó con lentitud hasta el pervertido, poniendo un pie sobre su cabeza y pisándolo fuertemente. - El perro debería pensar dos veces antes de meterse con Doubtless... ¿Qué le parece si le rompo las bolas a patadas? [off: eso fue x coquetearle a las nuevas users! ;__;]

(ajajaja lo sé y por eso te amo perro mío *O*)

Observó con una cara de gracioso asombro a Madless... Oh Dios mío, en verdad ese tipo podía estar tranquilo hasta en las situaciones más absurdas. Kasumi rompió a reír con aquel gesto de desinterés del hombre; de haberse tratado de otra persona se hubiera enfurecido y lo hubiera golpeado hasta que cayera desmayado, pero este can... Pues era sólo eso, un can juguetón y caprichoso que parecía sólo querer molestar un poco más por diversión que por un genuino deseo de fastidiar al prójimo.

- ¡Rayos, eres genial! - dijo aún riendo - ¡Lo único que falta es que te arroje un hueso y vayas corriendo por él!

Puso su pie sobre el pecho del sujeto y le miró con algo de burla.

- Someter a cachorritos como usted no parece nada difícil, señor Madless.

Se sonrojó un poco ante el atrevimiento de Madless al tocar su pierna, pero sus intenciones no parecían malas... Se estremeció un poco ante tal contacto, pero no se atrevió a alejarse... Si hubiera deseado violarla ya lo hubiera hecho, ¿no?

¿Que si le gustaba ser vista desde abajo? Ah... Ahora que lo mencionaba...

Antes de poder profundizar más en aquel pensamiento, Madless tomó asiento a su lado y le pidió que le librara de las cadenas en sus pies. Seguro que algo así era molesto para un alma tan rebelde y libre como la suya.

- Jaja, ¿quitárselas? No quisiera... Me gusta su cara de perro reprendido... Pero no me agrada ser cruel con los cachorros.

Hizo un movimiento con su muñeca, desapareciendo aquello de las extremidades del hombre, lanzándole una mirada de diversión.

- En verdad sería muy entretenido... Tener un perro como usted. -sonrió ampliamente y dio unas palamadas en sus mejillas. - Es un buen chico...

Comenzó a caminar a paso lento, pensando en lo hilarante y curioso que había sido aquel encuentro...

- Yo me encargaré de que esta ciudad deje de ser aburrida para usted, querido can... Antes de que se de cuenta ya nos estaremos divirtiendo como nunca antes...

Le agradaba Madless, lo cual era bastante extraño en ella, considerando que odiaba a la mayoría de los adultos, pero él... él no era nada convencional, nada normal y eso le atraía bastante...

- A propósito... Soy Kawakami Kasumi... Todo un placer conocerle... - le dedicó una amplia sonrisa mientras movía sus orejas y su cola con ánimo.