*Disfrutando del desayuno*

Ryuzo había despertado aquella mañana con un montón de pensamientos confusos en su mente. ¿Acaso sus hijas estaban involucradas en el mundo de sacrifices y fighters tal y como a él le había ocurrido en su juventud? Decidió levantarse (su esposa aún dormía) y se dirigió a la cocina para prepararse un café bien cargado y espabilarse por completo.

Kasumi despertó perezosamente, frotando un poco sus ojos y moviendo sus orejas... Permaneció en cama durante algunos minutos, al cabo de los cuales se levantó para ir a tomar un vaso de agua: se estaba muriendo de sed.

Mientras salía de su habitación recordaba los sucesos de la noche anterior... Se había preocupado bastante, por momentos había creído que tendría que activar su sistema de batalla para enfrentar a Nagisa; sin embargo, gracias a una sencilla orden de Kyoko, la Fighter se había tranquilizado y el peligro había desaparecido... Sin embargo había tenido una pequeña riña con sus padres... Una riña que había terminado con una sorpresiva intervención de su padre...

¿Sabría algo de los fighters y sacrifices?

En cuanto llegó a la cocina se percató de que su padre ya estaba ahí preparándose un café... Tomó un vaso de la alacena, lo llenó de gua y después de tomar un trago habló.

- Buenos días, papá...

El hombre observó a su hija; en verdad estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no había reparado en ella hasta que había hablado.

Hace tiempo que no escuchaba aquellas palabras en la voz de su hija mayor... Había desaparecido por tres años y ahora que había vuelto le era casi extraño verla en casa. Sin embargo estaba enormemente feliz por su regreso... Kasumi era una buena chica... ya habría tiempo de hablar de su ausencia y sus razones para escapar.

- Buenos días, Kasumi... - sonrió y le miró con alegría- Me agrada que hayas decidio adquirir la difícil costumbre de levantarte temprano... Ese tipo de disciplina te ayudará para ser cada día mejor..

Tomó un sorbo de su taza de café y se recargó en la pared.

- ¿Dormiste bien?

Kyoko se asomó tímidamente por la puerta de la cocina y observó a su padre conversando con su hermana... No parecía molesto en lo absoluto, tenia aquella tranquilidad en su rostro que siempre le reconfortaba y hacía sentir calmada.. Entró de la mano de su fighter y se colocó al lado de Kasumi.. - Buenos dias, papá

Su sacrificio le llevo de la mano hacia donde se encontraban su hermana y su padre: la cocina.
En el camino se solto de la mano de la niña, le incomodaba un poco ese gesto la verdad, como si fuera una niña indefensa que se habia perdido.
Maldicion...
Camino al lado de la pelirroja hasta llegar a un lugar proximo a la hermana mayor. La menor saludo a su padre con una mezcla paradojica de alivio y aprehension.

Aun asi, auque pudiera ser un error, decidio que era prudente y muesra de educacion y respeto el saludar.

Buenos dias

Parpadeó un poco al observar a la mujer que acompañaba a su hija... ¿Su Fighter? Parecía ser todo lo contrario a Kyoko... Era adulta, seria y tenía una expresión de frialdad inamovible... Le sonrió y suspiró... - Nagisa, ¿verdad? Me alegro de que mis hijas traigan a sus amistades a casa; nunca está de más conocer a sus amigos. Me presentó: mi nombre es Kawakami Ryuzo.... Un placer conocerte- Ryuzo extendió la mano hacia Nagisa con un gesto amistoso sin dejar de sonreir.

Observo al hombre mirandole a los ojos siempre. Mantuvo su expresion neutral en todo momento aunque no pudo evitar sonreir torcida y levemente cuando escucho lo de "amistades" de sus hijas. Ella era su Fighter, no su amiga.

Aun asi decidio no decir nada, por ahora.

Parpadeo una vez, algo sorprendida por el gesto amistoso de Ryuzo, hace mucho que no trataba con alguien adulto ya que siempre se veia mas que nada con sus estudiantes, que , al contrario de lo que ellos creian, no eran adultos solo por haber perdido las orejas que representaban su virginidad.

Se pregunto si seria correcto corresponder el gesto, pero en fin... decidio ser realista consigo misma: no le importaba en lo mas minimo si era correcto o no, solo, que sentia que ese hombre le agradaba. Bueno, era acogedor y amable...

Era distinto.

Tomo su mano con suavidad correspondiendo su saludo.

Mi nombre es Nagisa, Sagan Nagisa y debo agregar, que el placer es mio, Ryuzo - dijo sonriendo levemente, sin quitar su mirada ambarina de los orbes de su interlocutor.

El hombre recordó por breves momentos su juventud... Ah, si, recordo cuando conocio a aquella con la que compartia su nombre: tenia unos ojos muy parecidos a los de Nagisa.... - ¿Deseas algo en especial para desayunar? Eres nuestra visita y quisiera agradecerte de alguna forma por...- Ryuzo miro a Kyoko por unos instantes y luego volvio sus ojos a los de Nagisa... Seguro que ella entendia a lo que se referia...

Entrecerro los ojos, sin dejar de mirar los del hombre que aun le miraba. Aun no soltaban sus manos, como si se hubieran olvidado que estaban asi, tomadas.

No es necesario... casi nunca desayuno, de todos modos - respondio con voz liviana, como si de pronto, despues de haber estado hablando de algo muy delicado hubieran ovlteado la coversacion a algo mas trivial.

Y no debes agradecer por eso, es mi deber, de todos modos... por lo que no puedo "no hacerlo".

¿Su deber? Ryuzo negó con la cabeza... Si lo estaba haciendo porque aquello era su obligacion y no por conviccion propia entonces no habia nada que reconocer en las acciones de la mujer... Tal vez habia esperado mucho de ella demasiado pronto. Separo su mano de la de Nagisa para deshacer el saludo, pero le siguio mirando fija y atentamente.

Deshecho.

El hombre le miro con algo de desaprobacion. Sonrio levemente, ahora si estaba completamente segura que el sabia algo de fighter y sacrificios ya que lo que habia dicho era casi una ofensa.

Un fighter es fighter no por deber, si no por el deseo de proteger a ese alguien con quien comparte un vulculo mas fuerte que ninguno.

Habia sido facil adquirir esa informacion.

Mantuvo silencio y siguio mirandole con fijeza en todo momento.

[ryuzo se toma las enseñanzas del prof wicho muy en serio!] Kasumi tuvo que ocultar el gesto de sorpresa que habia aparecido en su rostro. Su padre se habia delatado de una forma demasiado obvia... Aquello la habia dejado en shock... Pocos segundos despues su madre entro a la cocina y miró con extrañeza y desaprobacion a su hermana y a su Fighter. La mujer aclaro la voz y tomó asiento en el antecomedor y hablo: - ¿Podrias decirme por que le permites a Kyoko que su "amiga" permanezca aqui, Ryuzo? Crei que en nuestro hogar habia reglas que tenian que ser respetadas.... [deberiamos conseguir a alguien q rolee como nuestra madre, snif, snif...]

[deberias crear el personaje tú, kasumi >.>] Kyoko estaba algo confundida por la manera en que su padre se dirigía a Nagisa... ¿Qué estaba sucediendo exactamente? Iba a explicarle a su padre de qué manera se habían conocido cuando su madre entró a la cocina con una clara actitud hostil. Se ubicó al lado de su Fighter y la tomó del brazo, intentando demostrarle a su progenitora que no permitiría que se acercara a Nagisa por ningún motivo, sin embargo recordó las palabras que le habia dicho hacia pocos minutos: "tengo 32 años y soy Fighter..." Seguro que no necesitaba en lo absoluto su infantil e inútil protección. Se alejó de ella ligeramente avergonzada y optó por acudir a los brazos de Kasumi.

Giro inmediatamente su rostro dirigiendo la mirada a la mujer que habia roto esa especie de armonia general, fruncio un poco el ceño.

De verdad sentia el odio de la madre de las hermanas dirigido hacia ella, lo cual era algo estresante, pero no del todo desagradable.

Sonrio ladina mirando a quien tanto desgradaba y le hablo con voz condescendiente.

Buenos dias

Ryuzo suspiró y miró fríamente a su esposa.

- No encuentro motivos para que Nagisa salga de nuestro hogar... Además no creo que haya razón para rechazar a los amigos de Kyoko o Kasumi. Si hay algo que te molesta, puedes decirlo ahora...

En verdad se sentía muy molesto por aquella intromisión tan incómoda... Lo que menos quería era iniciar una discusión a esas horas de la mañana y frente a sus hijas...

[io no kiero hacer al personaje de nuestra madre!!!! no kiero, no kierooooooooooooo!!!!]

Kasumi abrazó a su hermana protectoramente, sabiendo lo mal que se pondría su madre con todo aquello... Carecía de bastante paciencia y tolerancia y podría tomar algún tipo de acción inesperada contra Kyoko.

La mujer miró duramente a Nagisa, con una mueca de desprecio.

- ¡Ella no puede ser amiga de Kyoko! ¿Es que acaso no lo ves, Ryuzo? ¡¡¡Es mucho mayor que ella y no tiene orejas!!! ¿De verdad crees que sus intenciones son buenas para con nuestras hijas?

Acto seguido tomó de la muñeca bruscamente a la Fighter de la menor, con la intención de sacarla de su hogar cuanto antes.

- ¡¡Tranquilízate, mamá!! ¡Déjate ya de tonterías!

Kasumi intentó que su madre desistiera en su intento, jalándola del brazo que tenía libre y alejándola de Nagisa.

[ok, ya, haré la ficha de personaje u.u]

Era increible la aprehension que la mujer sentia hacia sus hijas. Le repelia como si fuera el mismisimo demonio.

Rio ante ese pensamiento pero su sonrisa se borro cuando la mujer le tomo de la muñeca para sacarla, eso le sorprendio y por que no decirlo. Le molestó.

Fruncio el ceño, el padre parecia molesto y miraba mientras la mayor de las hermanas intentaba alejar a su madre para que no siguiera causando problemas.

Cuando le solto le rasguñó un poco la piel.

Miro a la mujer con molestia pero luego ecidio tomarselo a la buena, despues de todo ella era la intrusa, pero no queria dejar ganar a la madre de las hermanas Kawakami.

Llevo su muñeca hacia su rostro hasta tocarla con sus labios, como si quisiera sanar la herida, ocultando con ella una sonrisa leve.

Sus ojos brillaron diferente por un momento.

Oh...? Es miedo eso que persivo? Descuide Madam, no le hare nada a sus niñas, no tendria por que hacerlo.

La menor se colocó delante de su Fighter, intentando defenderla de su madre.

- ¿Qué tiene de malo que ella y yo estemos juntas? ¡¿Qué es lo que tanto te molesta?! Ella es la persona de quien menos debes desconfiar... Nunca me lastimaría...

Kyoko cerró sus puños con fuerza, mirando retadoramente a su progenitora.

- Hacerle algo a ella es como hacerme algo a mí, mamá...

[e__e ignoren mi GRAN error al ponerme como fighter adulta... ya le pedí a Ritsuka-kun que me ponga como sacrifice u.u Sí, ya sé, soy baka y qué?!]

La mujer escuchó las palabras de su hija con incredulidad....

¿En serio creía Kyoko que esa extraña iba a protegerla?

La noche anterior había podido sentir la fuerza de aquella persona... Fighter sin lugar a dudas... ¿Pero Fighter de Kyoko? No podría haber peor situación que aquella... Sólo estaba intentando proteger a su hija de vivir una experiencia tan mala como la que ella había pasado en su juventud.

- Lo hago por tu bien, Kyoko...

Miró a Nagisa burlonamente.

- ¿Miedo de alguien de tu tipo? ¡Ja! Me he enfrentado a peores... Además no creo que seas capaz de hacerme algo sino te lo ordenan...

Entrecerro los ojos y sonrio con suspicacia. La mujer intentaba aprovecharse de su estado de Fighter para burlarse de ella.

Una leve risa llena de saecasmo fue expelida de su garganta.

Paso por al lado de su sacrificio para luego ubicarse frente a la madre de esta.

Entrecerro los ojos y fruncio un poco el ceño sin dejar de sonreirle

Que pasa... temes por tu hija, o temes por ti?

Le dijo eso mirandola fijo a los ojos, sentia la energia recelosa de la madre de Kyoko, queria defenderse, defenderse, protegerse de algo... de ella?

- No la molestes, mamá... Y tú no le sigas el juego, Nagisa...

No, de ninguna forma deseaba que explotara una discusión mayor... Su madre tenía un temperamento terrible cuando se enojaba...

Mordió su labio inferior y respiró profundamente, intentando tranquilizarse.

- Ella es importante para mí... Te pido que por favor intentes comprender mis sentimientos. No quiero que lastimes a mis seres queridos, mamá...

Dirigio a mirada al rostro de la chica pelirroja por un momento, algo sorprendida le sonrio amplio.

Oh? No , no, yo no le sigo el juego a nadie Kyoko, solo le hice una pregunta a tu madre, es todo.

Volvio a mirar a la mujer quien la miraba colerica.

Sonrio divertida y puso las palmas de las manos a la altura de su rotro, mostrandoselas, como si con eso le demostrara que no ocultaba nada.

Tranquila, señora, no le voy a hacer nada a nadie. Si usted no me insulta yo no le digo nada, asique relajese.

Respiró profundamente antes de decir algo. - Temo por los sentimientos de Kyoko... No puedo confiar en seres como tú... Son tan... - no pudo seguir, aquello era demasiado doloroso... A su mente volvían las imágenes de su amada... Recordaba cómo había sido abandonada y reemplazada.... Dolía, en verdad dolía... - ¡ALÉJATE DE KYOKO Y DE KASUMI, AHORA! ¡No permitiré que una traidora como tú las dañe!

"Traidora"

Miro a la mujer con semblante sorprendido. Por que le habia llamado traidora? No recordaba haberle hecho nada... a menos que secretamente le estuviera manifestando que habia tenido alguna mala experiencia co alguien como ella... pero... que podia tener ella en comun con otras personas..?

Acaso...

De pronto sintio una oleada de culpa en su cuerpo. Era como si esa mujer sufriera por un evento pasado... Quizas.... un fighter...

Su fighter...

Era esa mujer un Sacrificio? Por eso podia sentir tan facil su energia recelosa..? Tenia cierto sentido...

Miro a la mujer sin sonreir esta vez. Se sentia algo identificada ya que a ella le habia pasado justo al reves.

Su "sacrificio"...

Se arriesgaria..

Bajo la hostilidad de la energia que le rodeaba y aventuro su mano diestra tomando la zurda de la mujer, tomo su muñeca con delicadeza y le miro con sincero arrepentimiento.

Lo siento..

Ryuzo estaba a punto de evitar que Itoe hiciera alguna locura cuando Nagisa se le adelantó, tomando su muñeca y disculpándose. ¿Lo había averiguado? La energía de su esposa era lo suficientemente notable como para que un Fighter experimentado lo notara. Tomó del hombro suavemente a Itoe y habló lentamente. - Tranquila, amor... No sucede nada... Ella no dañara a nuestras hijas...