Interior

Entonces... ¿era ella la creadora de los Zero? ¿Aquellos seres que no sentían dolor...? El neko se quedó sin palabras volviendo a mirar a la tal Nagisa a los ojos.

-Ya... veo...

Asumio una expresion de asombro exagerado y miro al niño sonriendo.

Oh, Ritsuka-kun, al parecer te he dejado sin palabras...!

Lo miro recuperando su expresion original sin dejar de sonreirle.

Tanto asi te sorprende? Seguro creias que era diferente - se atrevio a aventurar.

-¿Diferente...? ¿El qué...?- El pequeño estaba llegando a un punto que no entendía nada de la confusión que sentía...

Que decepcion.... el niño parecia ser mucho mas lento de lo que ella habia creido, lo habia sobreestimado al parecer.

Suspiro letalmente aburrida y miro a la gente que oraba.

Aun eres un niño...

La miró desafiante, enojado, y dijo:

-¿¡Y qué si soy un niño!? ¿¡Algún problema!?- Se sulfuró, pero no habló muy fuerte, luego simplemente cerró los ojos con el ceño fruncido. -Bah, es igual, esto no llega a ninguna parte... ¿Tienes algo más que decirme? Me gustaría ir a hacer mis cosas.- Preguntó esquivo, algo decepcionado por haber estado perdiendo el tiempo con la chica.


[ Perdona por la tardanza, pero entre tantas cosas y falta de inspiración no podía continuar T///T ]

Que niño mas prepotente...le disgustaba mucho la gente que pensaba que todo lo podia conseguir con tan solo desearlo.
Ya era demasiado, se enfado y no iba a reprimirse, habia que frenar su caprichoso comportamiento AHORA.

Fruncio el ceño y se levanto de su lugar, aunque ella no era demasiado alta igual miraba al crio hacia abajo, le miro con expresion severa con sus ojos dorados, fijos en las orbes violetas del niño.

Avanzo y lo acorralo contra la linea de asientos que estaban adelante, dejando sus rostros muy cerca.

Escuchame bien porque no voy a repetirlo: Si tienes cosas que hacer, que crees mas importantes que el paradero de tu ladino y traicionero hermano, a mi me vale. Yo intentaba resolverte algunas dudas, ahora, alla tu si te sulfuras y te encaprichas y te niegas a escuchar, no todo te lo van a entregar en bandeja de plata, algunas veces, aunque no lo creas, te tienes que esforzar un poco. - le dijo en voz baja pero severa, como si fuera una advertencia.

Hizo una pausa lenta, sin dejar de mirarle.

Y bien? - agrego y luego le murmuro con voz aspera - Decidete de una vez, que es mas importante para ti: Seimei o tus "otras cosas que hacer"?

Miró de reojo cómo se levantaba, sin moverse... hasta que casi lo empujaba hacia los asientos.
Escuchó un poco asustado todas y cada una de las palabras que le dijo, mientras la miraba a los ojos, intimidado por el repentino cambio de humor de la chica.

No dijo nada.
Por unos momentos.

-... Se-seimei...- Dijo casi con un hilo de voz, se sentía impotente... Seguía siéndole fiel a su hermano.

Eso pense. - dijo de manera cortante.

Le miro aun con el ceño fruncido y acerco un poco mas su rostro al de el para murmurar en su oido.

Entonces pon en claro tus prioridades, niño.

Se alejo un poco retrocediendo un par de pasos hacia atras.

Me imagino que sabes la "leyenda" de "Beloved", no? Lo fuerte que era Seimei, cuando tenia a Agatsuma Soubi de su lado.

Todavía sonrojado e intimidado por la chica, respondió, con voz temblorosa, mientras miraba cómo retrocedía un par de pasos:

-Ha-hai... La conozco... Soubi me contó...- MIró hacia arriba y luego hacia la chica de pelo azul de nuevo.

-¿P-por qué lo preguntas...?


[ Siento el retraso... TwTU ]

Miro al niño con desinteres, se habia desmotivado.

La leyenda de Beloved mencionaba y narraba sobre el asombroso poder que poseia Seimei al lado de Soubi, los cuales habian sido en su tiempo, la pareja mas fuerte de todas ya que contrarestaban todos los ataques y arremetian con fuerza contra sus enemigos de una manera limpia y rapida.

Pero...
Por algo Ritsu ahora se arrepentia de haber juntado a Soubi con ese muchacho...

Si sabes de su fuerza, dime.. No te has preguntado por que poseian esa clase de poder?

La miró extrañado por su pregunta. La verdad es que no, nunca se lo preguntó...

-Pues no... Quizás... ¿Porque estaban muy unidos?- Preguntó mirándola parpadeante, mientras su sonrojo desparecía lentamente.

Le miro sorprendida... su inocencia era conmovedora...

No...

Miro a otro lado... de pronto no queria seguir diciendole de eso... el niño estaba ilusionado con su hermano, contaba con el y tambien era su unico apoyo, su unica famillia...

Se sintio casi cruel, por lo que no siguio hablando... Soubi le idnetificaba bastante.. ya que habian sido entrenados bajo el mismo metodo disciplinario y habian acabado de manera similar.

Perdidos...

Se movió un poco buscando su mirada, y la miró con el ceño fruncido.

-¿Entonces...? ¿Me lo vas a decir...?- Preguntó curioso, intentando sonreír.

Reflexiono un poco al respecto sin poder evitar mirar al chico, que se habia movido justamente para encontrar su mirada.
Quizas...era mejor que lo supiera.

Ritsuka...

Suspiró.

La fuerza real de Beloved surgio capitalmente gracias a la disciplina impuesta por Seimei... esto te lo digo en serio sin la intencion de mentirte sobre tu hermano...
Seimei trataba a Soubi como un animal adiestrado al que solo se le necesita para defenderse, al que no se le da cariño por nada del mundo, a menos que sea para ilusionarlo dandole un refuerzo positivo.

Para que sigan obedeciendo....

Soubi siempre fue fuerte gracias a la tutela de su maestro, pero, esta acostumbrado ahora a ser dirigido con tal exigencia que para el es dificil ecidir por si mismo, sin una guia.

Seimei no solo es el sacrificio de Soubi...

Fijo la mirada en los ojos del niño.

Es su dios.

La pequeña sonrisa forzada que creó en su rostro desapareció enseguida mientras escuchaba a la chica del pelo azul. ¿Realmente... su hermano...?
Era cierto que si tomaba como cierta la explicación de Nagisa muchas cosas sobre el comportamiento de Soubi con Ritsuka se harían más... "coherentes". Soubi se comportó, el tiempo que estuvo con el pequeño neko como un esclavo, una marioneta, un perro que quería obedecer al gato... Seimei... ¿era el causante de su peculiar forma de ser...?

-No... es cierto...- Dijo comenzando a llorar fuertemente sonrojado, admitiendo que todo lo que creía sobre su hermano se derrumbó cual castillo impactado por fuertes cañozazos...

-No... No...- Siguió repitiendo mientras las piernas le flaqueaban...

Odiaba... ¿a su hermano...?

Suspiró, la verdad le dolia ver al neko llorar, era tan pequeño y sabia que su unico soporte era su hermano..

Su hermano..
Seimei...
Una mentira..

No era muy propio de ella en realidad, pero se acerco al niño y con uno de sus brazos le envolvio y lo acerco a ella....abrazandolo?

Ella sabia bien lo que era la decepcion y sabia que no era nada agradable...
Dolia tanto...

Guardo silencio y cerro los ojos...

Seimei... maldito Seimei...

Rompió en un fuerte llanto sintiendo el "abrazo" de la chica, al cual correspondió apretando su camiseta entre sus manos y escondiendo la cabeza en su pecho...

-Es otro titiritero... Y Soubi su títere... Son idiotas... Seimei...- Decía mientras su moral se desmoronaba por momentos...

"Oh Dios...
¿Por qué?
¿Por qué las cosas son así?
¿Por qué soy tan idiota?"

... Cosas sin sentido...
En su cabeza...

Al parecer a Ritsuka al fin le habia calzado todo asumiendo la hipotesis de que su hermano era un verdadero cretino, por lo que rompio a llorar de forma desconsolada.

Lo escuchaba...
Era desgarrador de verdad...

"Sanae...."

Se supone que eran enemigos, pero esos asuntos eran tan delicados. Apoyo una rodilla en el suelo y abrazo con fuerza al niño.

Tan fragil...

Sentía cómo su pecho se encogía y su respiración se dificultaba... Pero... Ritsuka era fuerte. Debía ser fuerte. No podía llorar como un niño pequeño...
Todavía correspondiendo el abrazo por parte de Nagisa, comenzó a dejar de llorar, muy poco a poco...
Secó sus lágrimas.

-Seimei, creo que me alegro de que hayas muerto.- Comentó, un poco seco, serio, mientras nuevas lágrimas brotaban de sus enrojecidos ojos.

No pudo mas que sorprenderse al escuchar aquello, que habia sido apenas un susurro pero tenia un significado tan fuerte.
Suspiro y ayudo al niño a limpiar sus lagrimas, que por mas que el neko quisiera no paraban de brotar.

Tranquilo...

Sonrió levemente ante la atención de Nagisa, mientras movía la cola y echaba las orejas hacia atrás.

-Gracias... Pero... ¿qué erais tú y mi hermano? ¿Amigos?- Preguntó curioso, sonando un poco los mocos hacia dentro, mientras miraba a Nagisa infantilmente después de su rabieta.

Lo primero era lo primero...

Ten - le dijo ofreciendole un pañuelo.

Guardo silencio un momento y luego solto una leve risa.

Amigos? Tu hermano me odiaba

Sonrió un poco más abiertamente al recibir el pañuelo, utilizándolo y guardándolo en su bolsillo.

Gracias de nuevo... Eres muy amable.- Dijo, comenzando a sentir afecto por esa "desconocida", mientras miraba cómo se reía.

-¿Odi... aba? ¿Por qué?- Dijo frunciendo el ceño, pensando mal de su hermano...

Sonrio levemente, era casi como si estuviera haciendo amiga de ese niño, de su antiguo enemigo.

Ahm si... no es por ser mal hablada... pero tu hermano odiaba todo aquello que no eras tu, Ritsuka.

-¿Y sabes por qué a mí no me odiaba...? Me gustaría saberlo.- Dijo sin cambiar su expresión... Ahora que odiaba a su hermano no quería que lo hubiera querido... Su hermano le daba asco.