Un nuevo "invitado"

Tras pasar esos grandes y amplios pasillos, subir en ese ascensor con música relajante, y abrir su habitación con una llave bastante rara y difícil de copiar, entraron al salón de la residencia del príncipe Belphegor... Éste lo tenía amueblado a su gusto y personalizado, y nada más entrar se soltó del pequeño y dejó sus botas en la puerta, entrando y tirándose prácticamente sobre el sofá, el cual tenía un estampado de cebra bastante moderno.

-Len-chan... Te presento tu nuevo hogar...- Dijo suspirando satifecho, pasando a sonreír al pequeño, esperando a que pasara.

Acompañó al mayor por todo su recorrido, observando todo a su alrededor. Cuando entrarón no pudo hacer más que quedarse totalmente de piedra al ver ese gran salón, bastante ordedenado y personalizado, entró seguido del pelirubio dejando sus zapatos en la entrada caminando hacia Bel -Vaya....se vé que vives bien...- Dijo sonrojandose levemente por la sonrisa ofrecida del joven, dejando oir un pequeño ruidito en sus tripas, acto y seguido se puso rojo hasta las orejas abrazandose ligeramente el vientre.

Belphegor lo observó acercarse, curioso como el pequeño gatito que era, y no pudo evitar reír levemente. Era tan lindo... Escuchó su comentario, y contestó sin dejar de sonreírle:

-¿Verdad que sí? Y tú, Len...- Dijo levantándose y dirigiéndose al menor. -Vas a vivir mejor.- Completó agachándose frente al menor.

Entonces escuchó el sonido de sus tripas. Abrió sus ojos y miró el sonrojo de Len, y seguidamente su estómago, el cual apretaba levemente.

-... ¿Tienes hambre? Dime qué te gusta.- DIjo levantándose y dirijiéndose a la cocina, le complacía saber que podría dar de comer al pequeño, y por lo tanto, satisfacerlo.